Evidencias de mayores riesgos de “burn-out” en la profesión médica

 

El stress laboral de los profesionales de la salud no es un atributo ligado únicamente a la pandemia y a sus consecuencias. En un estudio que realizamos en 2017 identificábamos que la mayor presión laboral era uno de los principales desafíos de los médicos de todas las geografías dentro de las Américas.

Registramos que las bajas remuneraciones eran problemas significativos para los profesionales de Argentina, Brasil, Colombia o México pero no lo era tanto para sus colegas norteamericanos o chilenos. También se veían distintos énfasis en cuanto a la desvalorización de la profesión médica. Sin embargo todos estos colectivos nacionales coincidían en ubicar a la presión laboral al tope de sus preocupaciones.

La evidencia que recogimos da varias pistas de cómo ello ha tendido a agravarse durante la pandemia. En un sondeo del impacto emocional de la pandemia sobre los médicos, que realizamos en Mayo 2020 y Noviembre 2021, nos encontramos que en ambas mediciones solo uno de cada 10 médicos dice que la situación no lo ha afectado emocionalmente.

Más de un cuarto de los 2521 doctores entrevistados en Noviembre de 2021 relatan no dormir tan bien como antes de la pandemia; un tercio sentirse más presionados y ansiosos, y supera la mitad de las respuestas quienes refieren estar más cansados.

Aún con la disminución de casos, cerca de un cuarto de los médicos dice temer contagiarse de COVID o contagiar a sus familias. Si bien es cierto que el miedo al contagio ha cedido, es destacable que casi 4 de cada 10 doctores entrevistados han recibido un diagnóstico positivo de COVID, lo cual es significativamente mayor que lo registrado en las poblaciones de los diferentes países.

De hecho, más de la mitad de los profesionales refiere haber estado con pacientes infectados con COVID en la última semana.

Ha habido, sin embargo, algunas variaciones en el sentimiento médico. En una población donde la vacunación ha avanzado rápidamente, los doctores registran consistentemente una menor preocupación por el temor al contagio personal y familiar, experimentan en menor medida la incertidumbre y también han superado la situación de aislamiento vivido en los momentos pico de la pandemia.

Sin embargo hoy se destaca más fuertemente el cansancio de los médicos y también es más alta la proporción de profesionales que reconocen irritarse más fácilmente.

En cuanto a la valoración de su rol, a pesar del desatacado papel de infinidad de médicos en la línea de frente, la sensación de un tercio de los doctores es que incluso la valoración social de la profesión ha desmejorado durante la pandemia.

También los ingresos de los médicos ha tendido a desmejorarse, fenómeno señalado muy particularmente por los profesionales de Argentina y Brasil.

En Argentina incluso se destacan -como problemas propios del país- las demoras en pagos de remuneraciones y el hecho de que los prestadores de salud no reconocen económicamente las consultas realizadas por medios virtuales.

La atención médica está prácticamente restablecida en la mayoría de los países lo cual refleja, por un lado, una mejora en los ingresos de una parte de la población médica.

Sin embargo implica, por otro lado, una mayor sobrecarga de trabajo en un contexto de mayores desafíos en sus prácticas -debido al agravamiento de la salud de los pacientes por falta de control o diagnósticos tardíos- y por tener que lidiar con el impacto en la salud emocional de los pacientes, lo cual refieren prácticamente todos los doctores.

Esto conlleva no solo la necesidad de los doctores de contener a sus pacientes. Más aún, una alta proporción de profesionales relata la exigencia que implica tener que confrontar con muchas informaciones que plantean algunos pacientes y que los profesionales consideran como falsas.

Consecuentemente, no debería sorprender el alto nivel de riesgo de “burn-out” en la profesión. Y efectivamente 9 de cada 10 doctores entrevistados creen que ha aumentado.

A pesar de que una buena parte de los doctores cree que las próximas olas de COVID serán mas benignas o que nos encontraríamos al final de la pandemia, el riesgo de “burn-out” surge como una tendencia que una mayoría relativa cree que se acentuará o se mantendrá y sólo menos de un tercio de los médicos cree que tenderá a diluirse.

En síntesis: los datos relevados refuerzan las evidencias de este riesgo continuado en la profesión y la necesidad de instalar políticas específicas dirigidas a “cuidar a los que nos cuidan” como una prioridad dentro de las políticas sanitarias.

Estos datos forman parte del monitoreo de Desafíos Médicos durante la Pandemia, que Fine Panel ha desarrollado desde Marzo de 2020 y que ya lleva más de 16000 encuestas. Esta iniciativa que ha recibido apoyo de varias organizaciones sin fines de lucro, apunta a difundir públicamente información en base a opiniones y experiencias de los profesionales.

El relevamiento que presentamos en este artículo corresponde a Noviembre de 2021, e incluye las respuestas de 2521  profesionales médicos de Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile.

Para ver  el informe completo incluyendo variaciones entre los diferentes países puede cliquear aqui.