Tendencias efímeras y transformaciones profundas de la salud en la post-pandemia

 

No es difícil enumerar un conjunto de fuertes tendencias que vimos durante la pandemia. Sin embargo, puede ser más difícil identificar cuáles de estas tendencias han sido meramente coyunturales y cuáles son tendencias destinadas a crecer y consolidarse en el tiempo.

Para poder responder estas cuestiones, desde Fine Panel consideramos indispensable entender la perspectiva de los actores fundamentales del sistema de salud que son los propios profesionales y lo que ellos consideran colectivamente como las principales tendencias.

La primera pregunta que nos podemos hacer, desde esta mirada del profesional, es si estamos o no ya en la post-pandemia. En este punto no hay una visión unificada.

En Noviembre de 2021 apenas el 8% cree que su país aún sigue en una fase aguda de la epidemia -siendo más altos los valores para Chile y México- pero llegan a casi la mitad quienes estiman que si bien en este momento hay pocos casos de COVID en el país resulta bastante probable que regresen olas muy fuertes.

4 de cada 10 estima, en cambio, bastante improbable que vuelvan olas muy fuertes, aunque es casi unánime la opinión de que la pandemia aún no ha finalizado.

Mas allá de lo variado de las perspectivas, es notorio que los médicos presentan una visión más cautelosa que la que le adjudican a sus propios pacientes a quienes describen mayoritariamente como confiados en un improbable retorno de olas de envergadura e incluso, para muchos de ellos, en que la pandemia ya se terminó completamente en el país.

Pero en este contexto de cauteloso optimismo que plantean los médicos en los 5 países analizados, Brasil, México, Colombia, Chile y Argentina, vale la pena preguntarse -de no mediar cambios abruptos- cuál será la permanencia de las transformaciones que hemos visto en la práctica de la medicina.

Entre las tendencias que fueron intensas en el pico de la pandemia – pero con un carácter coyuntural- están claramente la reducción de la cantidad de pacientes atendidos y el limitado funcionamiento de las instituciones de la salud en las distintas especialidades.

Los protocolos en la atención tenderán a mantenerse un poco más en el tiempo aunque probablemente el énfasis va a ir cayendo, según la estimación de los profesionales.

También se estima que de aquí a 12 meses se atenuará uno de los principales desafíos del momento: el agravamiento de la condición de muchos de sus pacientes crónicos por la dificultad de acceso y la cantidad de diagnósticos tardíos ligados a la falta de tests o controles.

Llevará sin embargo mas tiempo revertir las secuelas emocionales de la pandemia. Si bien cerca de 3 de cada 10 doctores cree que dichas secuelas tienden a mantenerse en menores niveles, son casi la mitad quien imaginan un agravamiento de las mismas.

Y el riesgo no es sólo para los pacientes sino que los propios profesionales como colectivo seguirán estando emocionalmente vulnerables y con riesgos crecientes de “burn out”.

En cuanto a la atención por medios virtuales la visión mas frecuente es imaginar su continuidad pero en un nivel menor al de la pandemia.

El 82% de las consultas en la región hoy son presenciales y a futuro dos tercios de los médicos dicen que solo utilizarían la telemedicina en unos pocos casos o que no es aplicable para ellos. Sin embargo, 3 de cada 10 se imaginan un modelo híbrido donde alternarán la atención presencial con medios virtuales.

Las aplicaciones especializadas en medicina de atención virtual aún expresan una porción marginal de las consultas: 3%, siendo las formas más habituales de la telemedicina el uso de medios más generales como teléfono, email, chats o en algunos casos las plataformas de videoconferencias que se usan más usualmente en la población general.

En nuestra opinión los datos apuntan a que la telemedicina va a tener una aceleración mucho menor a la vertiginosidad del proceso en la pandemia pero está lejos de desaparecer, proyectando un nicho permanente en la atención médica para algunas especialidades, tipo de pacientes o modalidades de la consulta organizadas por las prestadores de salud.

Facilita su difusión el hecho de que los profesionales ven fuertemente establecido como tendencia el crecimiento en el uso de la prescripción electrónica.

De todas maneras cualquier uso de la telemedicina va a convivir con una fuerte preferencia por las relaciones cara a cara. Consistentemente lo que vemos en todos los sentidos es un cierto desgaste del exceso de virtualidad y un apetito por el retorno de relaciones presenciales a todo nivel.

Por ejemplo, los webinars se han multiplicado en todos los ámbitos y la capacitación médica no ha sido una excepción, sin embargo mientras cerca de 3 de cada 10 doctores quisieran recibir más invitaciones a webinars, una proporción equivalente preferiría recibir menos o no recibirlas. Esto contrasta con el interés que despiertan las conferencias médicas donde 6 de cada 10 quisieran recibir más y apenas 1 de cada 10 recibir menos o no recibir este tipo de invitaciones.

En el mismo sentido vemos que una mayoría de doctores reconoce la fuerte caída de visitas de los representantes de la industria farmacéutica, sin embargo un 70% de los entrevistados está bastante o muy interesado en recibir estas visitas.

Esto no quiere decir que quieran discontinuar las relaciones no presenciales, sino que las visitas presenciales surgen como un factor indispensable que imagina deben ser parte de la relación futura entre médicos y la industria.

Una mitad reclama volver a un esquema basado principalmente en las relaciones presenciales y una proporción casi similar se inclina por un esquema que combine presencialidad y virtualidad. Apenas un 6% elige un futuro de vínculos exclusivamente virtuales.

En síntesis, la pandemia ha modificado profundamente las características del sistema de salud y la relación entre sus actores. Sin duda en la coyuntura actual se ve una reversión de varias de las tendencias, sin embargo algunas otras parecen afirmarse como irreversibles, y el desafío para los diferentes actores será cómo integrar eficazmente modelos híbridos de relacionamiento que permitan capitalizar las ventajas de la tecnología con las formas presenciales preferidas por los profesionales en cuanto a atención, prescripción, capacitación e interacción con la industria farmacéutica.

Estos datos forman parte del monitoreo de Desafíos Médicos durante la Pandemia, que Fine Panel ha desarrollado desde Marzo de 2020 y que ya lleva más de 16000 encuestas. Esta iniciativa que ha recibido apoyo de varias organizaciones sin fines de lucro, apunta a difundir públicamente información en base a opiniones y experiencias de los profesionales.

El relevamiento que presentamos en este artículo corresponde a Noviembre de 2021, e incluye las respuestas de 2521  profesionales médicos de Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile.

Para ver  el informe completo incluyendo variaciones entre los diferentes países puede cliquear aqui.